La dictadura del "rojo" Velasco Alvarado


Juan Velasco Alvarado fue un militar y político peruano nacido el año 1910 en Piura. Su familia era de origen modesto, tenía once hermanos y su madre vendía chicha para parar la olla en la casa. En una familia de origen humilde, donde no había mucho dinero para estudios superiores, Juan decidió partir a Lima en 1929 a iniciar su carrera como militar, que venía a ser una posibilidad de tener un mejor futuro para él y sus cercanos. Y lo logró, dado que 39 años después de haber partido de su natal Piura asumía la comandancia en jefe del ejército durante la presidencia de Fernando Belaúnde.

Las malas lenguas dicen que desde que asumió Velasco empezó a gestar el golpe, tardando solo nueve meses en materializarlo, dado que tomó el cargo en enero de 1968 y en octubre estaba haciendo el golpe. Previo a eso, se dice que junto con el grupo de militares con los cuales realizó la toma del poder, estudiaron la situación socio-política y económica del país y diseñaron un plan que permitiría salvar al Perú. Su dictadura fue autodenominada como el Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas.

Sí, como lee, los milicos autodenominándose revolucionarios y adoptando medidas bastante reformistas. En ese sentido parece el mundo al revés, tomando en consideración que los demás países del continente que en aquella época tuvieron dictaduras militares optaron por una posición conservadora centrando el foco en "restituir el orden", que consistió a grandes rasgos en seguir la política económica dictada por el poderoso vecino EEUU y aplicar lo aprendido en la Escuela de las Américas en materia de mantenimiento de la "paz social".

Para hacer un golpe de estado se requiere más que la sola voluntad, por lo que cabe preguntarse bajo qué pretexto Alvarado se toma el poder. En 1968, a Belaúnde le quedaba un año de mandato y todo hacía presagiar que el nuevo presidente peruano sería el aprista Víctor Haya de la Torre. Las malas lenguas dicen que al señor Juan no le gustaba ese caballero y que estaba buscando motivos para "pronunciarse" (no ve que a ellos les gusta que uno hable de pronunciamiento militar). Y habría de encontrar su justificación en el famoso conflicto de La Brea y Pariñas, que enfrentó al Estado Peruano con la Standard Oil Company.

Con Velasco Alvarado la fiesta sería otra. ¿Qué cree que fue lo primero que hizo? Así es, expulsó a la International Petroleum Company (IPC). "Lo tuyo de ahora en adelante sera mío y te me vas de este lugar. Conmigo no se negocia papurri, se acata". Con esta cariñosa frase el nuevo gobernante invitaba a la IPC a retirarse de territorio peruano. El gobierno sostuvo que no iba a pagar ni un centavo por la expropiación, pero las malas lenguas dicen que se celebró el Convenio de la Flor-Greene, mediante el cual el Perú tuvo que pagar 76 millones de dólares a todas las empresas gringas afectadas por las expropiaciones. Si a esto se agrega que la IPC nunca pagó la deuda tributaria y que los yacimientos petrolíferos de La Brea y Pariñas se encontraban en plena declinación productiva cuando los adquirió en su totalidad el Estado, el final de esta historia es más triste que la muerte de Mufasa en el Rey León.

Pero ahí estaba Velasco, con el poder absoluto en su querida Perú. Se volvió loco haciendo reformas, primero la agraria (expropió a los grandes hacendados y repartió las tierras con la clase campesina), segundo, la educacional (expropió para evitar el lucro en la educación), tercero, a nivel de desarrollo con la implementación del Plan Inca que buscaba un crecimiento socio-económico a la peruana (destacó la autogestión socialista y la democracia popular) y, por último, nacionalizó la banca, los recursos naturales y la telefonía.

El capitalismo internacional horrorizado ante este dictador que imponía reformas socialistas, pero ¿cuál era la lógica bajo la que operaba Velasco Alvarado?. El tipo definió como socialista a su gobierno, pero no marxista, tampoco comunista ni aprista, es más, los detestaba. Velasco decía que debía ser su gobierno quien impulsara las principales reformas sociales en Perú, porque si no lo hacían ellos iban a llegar los "verdaderos zurdos" al poder y quién sabe lo que iban a hacer. Quería eliminar toda posibilidad que hubiese una revolución en Perú, por lo que tomó las principales demandas sociales y las implementó bajo su gobierno.

¿Estoy pintando a un dictador de manera demasiado bonita, no cierto? Sí, y le pido disculpas porque no corresponde, así que tengo como un deber moral destapar totalmente el velo. Durante el gobierno de Velasco Alvarado hubo cierre del congreso, censura a los medios de comunicación, represión a todo tipo de revuelta popular (caso más famoso es el "Limazo"), mala gestión económica que llevó a una fuerte inflación, déficit fiscal, caída de las exportaciones y una baja productividad a consecuencia de la pésima implementación de la reforma agraria (principal razón fue la falta de preparación de comuneros a cargo de las tierras).

¿Cómo terminó la dictadura de Velasco Alvarado? Le hicieron un golpe de estado los mismos militares. Sus colegas, los mismos con quienes se iba a beber por Miraflores y se juntaba a ver los partidos de la selección peruana de fútbol en el Mundial de 1970, liderados por Francisco Morales Bermúdez, se le acercan y le dicen "Juan, tienes la pura cagada. El país está literalmente quebrado, la gente está enojada porque no tiene un sol en el bolsillo y tenemos la impresión de que te quieres apernar más tiempo del que deberías. Así que brother, o te vas por las buenas o te vas por las malas". Claramente a Velasco no le quedó otra que llamar a la señora, comunicarle "mami, me echaron", dejando desconcertada a la mujer quien lo reprimió en duros términos al llegar a la casa "no era que tú eras el jefe, adónde has visto que al jefe lo echan, primera vez que escucho esto en mi vida... soy terrible de mentiroso Juan".

Así es como en 1975 hay un recambio en el equipo, toma la batuta Morales Bermúdez, de quien también se podría escribir un texto, otro personaje de la historia reciente peruana, pero vamos a dejar solo una anécdota y con esto me dejo de hablar de milicos que ya me tiene medio aburrido. En el año 1977, el ministro del interior general Luis Cisneros, inició conversaciones con los partidos políticos existentes en el periodo de Belaúndez para iniciar un proceso de creación de una nueva constitución mediante asamblea constituyente (lo sé, resulta increíble, pero pasó). Lo tragicómico viene cuando se termina el proceso y se le entrega la nueva constitución a Morales, quien la revisa y rechaza firmarla. Arguye dos razones: la inmediata aplicación de la Constitución que suponía el cese del Gobierno Revolucionario y que no se incorporaban las principales reformas estructurales de la Revolución. Perú tuvo que dejar en el refrigerador la nueva Constitución hasta el retorno a la democracia.  

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