Tupac Katari: el líder popular.

Julián Apaza Nina, más conocido como Tupac Katari, fue un caudillo de etnia aymara que inició una revolución en el actual territorio boliviano, llegando a cercar dos veces la ciudad de La Paz.

El nombre Tupac lo adquirió del gran líder de la época en Sudamérica, el peruano Tupac Amaru II, mientras que Katari, lo tomó de Tomás Katari, que fue un cacique aymara que lideró una insurrección popular un poco antes que lo hiciera Julián.

Tupac Katari era de clase indígena popular y pertenecía a la comunidad aymara de Ayo Ayo. Vivió desde muy pequeño las terribles atrocidades cometidas por los patrones españoles contra su pueblo, desde las incansables jornadas laborales a las cuales eran sometidos hasta los derechos de pernada que afectaban a sus mujeres. 

Para el que no sabe, el derecho de pernada nace en la Edad Media y consistía en el presunto derecho que tenía el señor feudal para mantener relaciones sexuales con una sierva de su feudo que fuese a contraer matrimonio con uno de sus siervos. En otras palabras, los señores feudales se atribuían la potestad para violar mujeres vírgenes. Y como no, junto con las múltiples enfermedades, conductas inescrupulosas y hábitos mundanos, los conquistadores también trajeron consigo el derecho de pernada. En Bolivia, el derecho de pernada no era solamente ejercido por el hacendado, sino que también por sacerdotes y militares (¿no les resulta conocido eso?).

Tupac Katari era consciente de la explotación del pueblo indígena porque trabajó como peón en la mina de San Cristóbal de Oruro, porque su padre murió como mitayo (que trabaja para la mita) en las minas de Potosí y porque también fue comerciante trajinante minorista, donde tuvo una mayor cercanía con mestizos y cholos empapándose del sentimiento anticolonial. Cabe recordar que las minas de plata en Potosí son seguramente el ejemplo más macabro de exterminio de la población indígena en aras del enriquecimiento de la corona española, porque los tenían bajo condiciones laborales inhumanas de tal magnitud que fallecían en las mismas minas y eran repuestos como quien repone un producto en un supermercado.

Es importante decir que Tupac Amaru II, Tomás Katari y Tupac Katari eran contemporáneos. Es más, mueren todos el año 1781. Esto quiere decir que los movimientos revolucionarios de América Latina fueron variados a fines del siglo XVIII, pero diferentes uno del otro.

Así es como Tupac Amaru y Tupac Katari tienen similitudes y diferencias. Se asemejan en que ambos se revelaron contra la colonia española, que la base de sus ejércitos estaba compuesto por la población indígena de sus respectivos lugares, que lucharon con sus mujeres como manos derecha y que la manera en que fueron ejecutados por la Colonia es la misma.

Se diferencian en cuatro aspectos principalmente. 

La lucha de Tupac Amaru nace como consecuencia de las decisiones adoptadas por la Corona en materia de impuestos más la necesidad de cambio del régimen laboral indígena. Su origen socioeconómico es acomodado, dado que provenía de una familia jefa de un cucarazgo que termina heredando, se educó en el colegio del Cusco y tenía un negocio de mulas muy rentable. También era reconocido como un descendiente de la nobleza indígena, lo que le permitió tener apoyo económico y militar de caciques vecinos. Por último, su rebelión cuenta con una participación criolla no menor.

Mientras que, Tupac Katari peleaba por el restablecimiento de la población indígena como gobernante de su tierra. Era un caudillo aymara en permanente disputa con las tribus quechua, sin acceso a educación, obrero, comerciante minoritario, que a punta de ingenio y valentía sale adelante. Fue un NN para la mayoría de los caciques y esto mismo lo llevó a asumir una conducta violenta contra aquellos que considerara que no estaban alineados con su rebelión, llegando a ordenar la muerte de algunos. Finalmente, en sus huestes promovió un sentimiento anticriollo fuerte, generando una verdadera guerra étnica donde toda persona blanca era vista como rival.

Como se dijo antes, Tupac Katari también luchó con su mujer, cuyo nombre era Bartolina Sisa. Ella era brava, fue tan líder como su marido y llegó a liderar tropas en importantes batallas libradas por el ejercito revolucionario aymara. Y al igual que Micaela Bastidas, mujer de Tupac Amaru, murió por la causa que defendía. Ahora bien, con Bartolina los españoles se ensañaron porque la consideraban una mujer muy fuerte, valiente y con un nivel de convicción sin parangón. Ella fue capturada meses antes que su marido, fue sometida a las más brutales torturas con objeto de que revelara dónde estaba éste y resistió de manera incólume. Muchos años después de su gesta, específicamente el año 2005, sería reconocida legalmente como una heroína aymara. Bartolina es otra mujer que debe ocupar un sitial de privilegio en la lucha contra el imperio español en Latinoamérica.

La figura de Tupac Katari es interesante por dos motivos principales. Primero, hay que pensar que estamos en presencia de un indígena en la América colonial, lo que quiere decir que en el escalafón social lo único que hay bajo tuyo son las personas de raza negra, que para aquel entonces ni siquiera eran consideradas personas. De la mano con lo anterior, ellos vivían en sociedades extremadamente injustas y desiguales, donde los indios eran tan oprimidos como los negros, con la diferencia de que la esclavitud para estos últimos era legal, no así para los indios, cuya esclavitud se encubría debajo de la figura de la encomienda.

Y segundo, era un descendiente directo de los originarios habitantes del continente y dueños de la tierra que en un minuto les fue despojada de manera brutal por los conquistadores. Y no sólo fueron despojados, sino que forzados por estos hombres blancos a trabajar bajo condiciones inhumanas sin tener retribución alguna por el trabajo realizado, con el único objetivo de enriquecer a una nación con la cual no tenían vínculo alguno. A esto se suma, que los tipos arrasaron con tu cultura y te impusieron su manera de gobernar, sus instituciones y su religión, sin siquiera preguntarte si eso te parecía.

Cierro con una pregunta que me hago cuando investigo acerca de la vida de estos dos hermanos latinoamericanos que armaron rebeliones ¿lo habría hecho?. Y en nuestras sociedades latinas del siglo XXI ¿no estaremos viviendo lo mismo con la desigualdad e injusticia? No hay peor ciego que el que no quiere ver.